Cuando preguntas por ahí sobre la mesa de trabajo, mucha gente contesta: una mesa. ¡Qué más da cómo sea y dónde está!
Tú crees????
Nosotros creemos que, donde pones gran parte de ti debe ir con tu filosofía; tener algo tuyo para que fluyan las ideas. Por eso, la mesa del despacho tenía que ser “nuestra mesa”: la mesa de Atelier.
Para ello, lo primero que había que hacer era diseñarla. Las ideas iban y venían de diversas maneras pero, finalmente el diseño que resultó del brainstorming nos pareció simplemente genial.
Las patas las hicimos con unos aros de madera de pino maciza. Esas patas necesitaban una estructura sólida. Decidimos poner tres listones (también de pino) en la parte superior y uno en la parte inferior. Para que fuera resistente, engalletamos toda la estructura, tapamos las imperfecciones con emplaste y lijamos bien para que no hubiese astillas.
Y, como remate final: el logo de Atelier en la parte central haciendo de soporte (también hecho con madera de pino)
El resultado nos gustaba mucho y, tuvimos la tentación de dejarlo así pero, no destacaría nada con el suelo ni con la tapa que teníamos en mente, así es que la pintamos en un tono grisáceo con barniz y, lijamos de nuevo, consiguiendo un toque envejecido.
En principio, para la tapa, habíamos planificado una plancha de roble. Luego, vimos mucho más claro el diseño con dos planchas y en el centro una greca de nogal.
Y, al fin…
Está será la Mesa Atelier “One”: nuestra complice de ideas y proyectos 😉
¿Os gusta?